En Sicilia, preocupado porque el ideal de su hijo Marco
fuera el espíritu guerrero y las conquistas de Julio César, Cicerón razonaba
con él de esta manera:
– Muy cerca de aquí, en Siracusa, vivió el ingeniero bélico
más grande de todos los tiempos. Él solo fue capaz de detener al ejército
romano durante más de tres años. Marco se interesó vivamente por el tema y su
padre le contó la historia de Arquímedes, prometiéndole que al día siguiente
irían a ver su tumba.
Al día siguiente, ante la tumba donde Marco esperaba ver las
hazañas de Arquímedes, solamente encontró una esfera inscrita en un cilindro. Entonces
Cicerón le dijo a su hijo:
– Pese a todos sus logros en ingeniería militar, no dejó ni
un solo escrito sobre ellos y sí numerosos libros de matemáticas y mecánica. Él
pensaba que su mayor tesoro era haber descubierto que el volumen de la esfera es
dos tercios del volumen del cilindro que la contiene.
En esta página puedes encontrar la biografía de Arquímedes,
donde se recogen sus descubrimientos:
En la siguiente página se narra el desenlace del sitio de
Siracusa:
En esta página hallarás una extensa biografía de Arquímedes
de Siracusa:
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